¿Qué es un emprendedor?

"Un emprendedor es la persona que emprende y se determina a hacer y ejecutar, con resolución o empeño, algún proyecto considerable, arduo y de envergadura que requiera esfuerzo y dedicación".

Los motivos para querer desarrollar una actividad empresarial son diversos y no excluyentes. Puede ser que una persona se identifique con varios de ellos cuando se plantea esta cuestión.

Parte del éxito del negocio que se plantea está en la persona que quiere comenzar una actividad empresarial, en sus actitudes y aptitudes para dirigir el negocio que plantea. Por ello es necesario conocer cuál es nuestro perfil como personas emprendedoras y saber detectar las carencias, para plantear posibles soluciones.

La persona que quiere poner en marcha una empresa debe tener en cuenta que se requiere una serie de cualidades y capacidades, tanto personales como profesionales, principalmente:

  • Capacidad para asumir riesgos. Emprender un negocio conlleva riesgos y éste debe ser valorado, reducido en la medida de lo posible y asumido por el promotor o promotora. No todas las personas están capacitadas para asumir riesgos y tampoco lo están en la misma medida.
  • Capacidad para tomar decisiones. Cuando nos planteamos crear una empresa tendremos que tomar muchas decisiones, algunas de carácter estratégico, que pueden determinar el éxito de la misma.
  • Capacidad para planificar y dirigir. La función de planificación es una de las funciones que se deben desarrollar en la empresa para poder reducir el riesgo que todo negocio conlleva. También, en la mayoría de las ocasiones, el futuro empresario o futura empresaria contará con personal a su cargo al que deberá dirigir para el cumplimiento de los objetivos previstos.
  • Compatibilizar los objetivos de la empresa con los objetivos personales. En muchas ocasiones, estos objetivos pueden entrar en conflicto teniendo que sacrificar alguno de ellos.
  • Tener formación del sector de actividad en el que se quiere introducir y, si es posible, experiencia en el mismo, aunque sólo sea en determinadas funciones de la empresa.
  • Disponer de apoyos familiares, de amistades, etc., que pueden ser motivadores en momentos problemáticos, que nos hagan sentirnos acompañados y que puedan aportar posibles soluciones. El camino de emprender es largo y duro, en ocasiones, por lo que será más llevadero si tenemos a otras personas de nuestro entorno que estén a favor de la idea y no en contra.
  • Ser una persona realista y objetiva para poder valorar los pros y contras de la idea, saber los límites de la misma.
  • Estar motivado o motivada para desarrollar la empresa aún teniendo en cuenta los riesgos que representa.
  • Asumir responsabilidades. El nuevo empresario o empresaria es responsable, para lo bueno y lo malo, de lo que ocurra en la empresa, tanto con las personas que dependen de ella como con terceras personas.
  • Saber adaptarse a los cambios. Es necesario que la persona que sea crear una empresa sea flexible para adaptarse a los cambios que se pueden plantear en la empresa, ya que va a trabajar en un entono cambiante y competitivo.

Antes de iniciar el desarrollo del Plan de Empresa, sería conveniente que te formularas las siguientes cuestiones referentes a tu proyecto empresarial:

  • ¿Por qué quiero ser empresario o empresaria?
  • ¿Tengo clara la idea de negocio que quiero plantear? 
  • ¿He realizado un análisis de mis puntos fuertes y débiles como emprendedor?

PROYECTO EMPRESARIAL

Cuando una persona decide emprender una actividad empresarial, lo primero que debe hacer es plasmar su idea de proyecto. Este proyecto tiene que tener en cuenta los siguientes aspectos:

+ Fuentes Externas

Mercado

  • Clientes y consumidores.
  • Proveedores.
  • Distribuidores.
  • Mercado exterior.
  • Cambios en la estructura de los mercados.

Entorno general

  • Cambios demográficos.
  • Cambios culturales.
  • Cambios en el marco político-legal, etc.

Competencia

  • Imitación de productos o servicios.
  • Análisis de "debilidades"
  • Estudio de su organización y sus actuaciones comerciales.

Tecnología

  • Inventos y patentes.
  • Know-how.
  • Revistas científicas y técnicas.
  • Instituciones y organismos de investigación.
  • Previsiones tecnológicas.
  • Redes tecnológicas.

Empresas de servicios

  • Consultores externos.
  • Agencias de publicidad

Puntos clave

Los aspectos más significativos de las principales fuentes externas son:

  • Clientes y consumidores, que están en contacto directo con múltiples productos y con los resultados de su utilización, lo que les pone en condiciones de proporcionar sugerencias en cuanto a posibles modificaciones, mejoras, nuevos usos, etc., derivados de su propia experiencia.
  • Proveedores tanto de materias primas como de componentes, envases, etc., dada la dimensión que alcanzan en algunos casos, pueden disponer de potentes departamentos de I+D, generando oportunidades de negocio que no explotan por motivos de coherencia estratégica, pero que pueden ser utilizados por nuevas empresas con capacidad innovadora.
  • Distribuidores, que, al estar en contacto directo con los clientes, pueden percibir mejor sus quejas y sugerencias, lo que resulta particularmente relevante de cara a la realización de mejoras y adaptaciones de productos ya existentes, y la detección de nuevas necesidades.
  • Mercado exterior, que aporta información sobre productos o novedades técnicas surgidas en otros países y transportables al mercado nacional, así como sobre nuevas posibilidades en cuanto a usos, formas, modelos, etc. de productos ya conocidos en el propio país.
  • Competencia, pues tanto desde una perspectiva técnica (desarrollando sus propios nuevos productos), como económica (mediante sus formas de actuación en los mercados), los competidores proporcionan continuamente una información que puede ser origen de ideas para nuevos productos.
  • Inventos y patentes, fruto tanto del esfuerzo investigador de empresas o instituciones como de la actividad privada de algunas personas. Si bien pueden no resultar de utilidad por sí mismas, en ocasiones suponen el punto de partida para el desarrollo de nuevos productos.
  • Instituciones y organismos de investigación, como las universidades y otros centros, tanto públicos como privados, que pueden no estar capacitados para comercializar los resultados obtenidos con su investigación, los cuales pueden satisfacer ciertas demandas existentes
  • Consultores externos, cuya aportación suele ser más objetiva, al no encontrarse involucrados directamente en la actividad de la empresa innovadora o del emprendedor
  • Agencias de publicidad, que suelen disponer de personal altamente creativo y en contacto con el mercado, cuya capacidad puede canalizarse hacia la obtención de ideas para nuevos productos.

+ Fuentes internas

De la propia empresa

  • I+D en productos.
  • I+D en procesos

Del emprendedor

  • Control de calidad.
  • Recepción de devoluciones y servicio de atención al cliente.
  • Producción.
  • Marketing.
  • Intereses y características personales.

Puntos clave

En cuanto a las fuentes internas, hay que destacar:

  • Investigación y desarrollo, o I+D, desarrollada por el emprendedor y su equipo, que genera nuevos conocimientos y avances técnicos que pueden ser la base para nuevos productos.
  • Intereses o características personales del emprendedor, pues muchas empresas exitosas provienen de una idea encontrada a raíz de un interés o una característica personal del emprendedor.
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